EL ROMANTICISMO

La revolución cultural más profunda y transformadora de la modernidad no fue obra de ningún estado totalitario, de ningún dictador mesiánico, de ningún líder carismático, sino de filósofos, poetas y músicos. Comenzó a finales del siglo XVIII, se la conoce como romanticismo y significó un cambio tan profundo en nuestra comprensión de la realidad que «el mundo no ha sido el mismo desde entonces, nuestra política y nuestra moral se han visto profundamente transformadas por ellos (los románticos). Sin duda, este ha sido el cambio más radical y más dramático, por no decir el más pavoroso, en la perspectiva del hombre en los tiempos modernos».

Uno entre muchos ejemplos puede servir para medir la dimensión del cambio en la conciencia humana es el del protagonismo del concepto de originalidad en el arte. Fueron los románticos los que comenzaron a considerar la novedad como una virtud artística en sí misma. El concepto de «copyright» es una derivación comercial de ese prejuicio.

La valoración de la originalidad prohijó la idea de que el creador podía traer algo nuevo al mundo, que el artista era una figura casi divina, capaz de crear algo ex nihilo, de modelar el mundo a su voluntad. Esa concepción del arte tuvo a su vez fuerte impacto en nuestra concepción de la cultura y de las culturas. Desde ese momento el romanticismo trascendió el terreno del arte y comenzó a influir en la ética, en la teoría política y en la concepción del Estado.

EL ROMANTICISMO. UNA PRIMERA APROXIMACIÓN

El Romanticismo es un movimiento cultural y político que se desarrolla a finales del siglo XVIII y durante la primera mitad del siglo XIX, y que afectó a toda Europa y América. Así, se presenta como un complejo fenómeno, difícil de encerrar en una definición abarcadora.

La época a la que nos referimos es una etapa agitada de la historia europea, en la que tienen lugar importantes y profundos cambios. 

Al amparo de la monarquía constitucional inglesa, la Revolución Industrial (1760-1840) altera la relación de capital y producción, expande el comercio, favorece el auge de la burguesía y, en definitiva, sienta las bases del liberalismo.

Por su parte, en Estados Unidos, la Revolución americana con su Declaración de Independencia (1776) hace de los derechos del hombre su eje cardinal y, al establecer como forma de estado una república democrática, demuestra la capacidad gobernante del pueblo, fuente exclusiva del poder.

Frente al carácter pacífico y continuista de ambas, la Revolución Francesa (1789) afirma la libertad, la igualdad y la fraternidad. 

Como consecuencia de todos estos cambios, la vieja sociedad estamental será sustituida por una sociedad de clases: la nobleza será desplazada por la burguesía que se convierte en la nueva clase social dominante, cuyo pensamiento político es el liberalismo, que prolongará muchas de las ideas de la Ilustración: defiende la libertad económica, las libertades individuales y la soberanía popular.

Paralelamente, interesa destacar el desarrollo de los nacionalismos, impulsados en gran parte, por las invasiones napoleónicas que desarrollaron en los pueblos el sentimiento de sus peculiaridades históricas, culturales, lingüísticas

El Romanticismo es un movimiento que supuso una revolución política, social, artística e ideológica. Trae consigo una nueva forma de estar en el mundo: en lo personal, social, político, religioso y estético. E. Hobbsbawn habla, a este efecto, de una triple  revolución que da inicio al periodo histórico:

  1. Económica, cuyo origen cabe situarlo en la revolución industrial, hecho que marca el despliegue del capitalismo y la progresiva sustitución de la antitgua sociedad estamental propia del Antiguo Régimen por la actual de clases.
  2. Política, ya que la revolución francesa supone la consagración del liberalismo como modelo político. Con él asistimos a la progresiva disolución de la nobleza como clase gobernante y su sustitución por la burguesía.
  3.  Intelectual; dado que asistimos al nacimiento del idealismo como corriente filosófica en agresiva oposición al racionalismo ilustrado, modelo vigente en el s. XVIII.

Quizá, por ello, podamos decir que el Romanticismo se apoya en una base triple. En los conceptos  de energía, libertad, subjetividad:

 LA LITERATURA DEL ROMANTICISMO

La singularidad personal y nacional que el Romanticismo reivindica significa  una reacción contra el carácter generalizador de la Ilustración y los neoclásicos.  Así es cómo frente a la razón, la claridad y el orden del siglo XVIII, el Romanticismo opone el sentimiento, la pasión, la imaginación, la sensibilidad y el ideal de libertad como valores máximos. Por todo ello, el Romanticismo abre las puertas de la Edad Contemporánea.

Como movimiento cultural  que exalta por encima de todo la libertad sus propuestas estéticas nacen de su actitud hostil ante el Neoclasicismo del siglo XVIII,  de su afinidad con los postulados políticos de los liberales y  de su base filosófica idealista.

           Digámoslo, pues, sin temor. Ha llegado la hora […]. Apliquemos el martillo a las teorías, a las poéticas, a los sistemas. No hay ni reglas ni modelos; o, más bien, no hay otra reglas que las leyes generales de la Naturaleza, que dominan toda la extensión del arte. No hay más que un peso que pueda inclinar la balanza del arte: es el genio. El genio […] puede atreverse, arriesgarse, crear, inventar su estilo: tiene derecho a ello. En el arte, sobre todo, es visible el quid divinum. El poeta se mueve en su obra del mismo modo que la Providencia en la suya: emociona, hunde en la consternación, golpea y, luego, levanta o abate, casi siempre  a la inversa de lo que esperamos, socavando vuestras almas por la sorpresa.
                                                                            Victor Hugo, Manifiesto romántico

Emilia Pardo Bazán, en su libro La cuestión palpitante, nos da una imagen de primera mano de lo que fue el movimiento romántico:

No se limitaba el Romanticismo a la literatura: transcendía a las costumbres. Era una de las señas particulares haber puesto en moda ciertos detalles, ciertas fisonomías, las damiselas pálidas y con tirabuzones, los héroes desesperados y en último grado de tisis, la orgía y el cementerio. Varió totalmente el concepto que se tenía del literato: desde el advenimiento del Romanticismo se convirtió en un calavera misántropo, al cual las musas atormentaban en vez de consolarle, y que no andaba, ni comía, ni se conducía en nada como el resto del género humano, encontrándose siempre cercado de aventuras, pasiones y disgustos profundísimos y misteriosos.  Y que no todo era ficticio en el tipo romántico, lo prueba la azarosa vida de Byron, el precoz hastío de Alfred de Musset, la demencia y el suicidio de Gerard de Nerval, las singulares vicisitudes de George Sand, las volcánicas pasiones y trágico fin de Larra, los desahogos y vehemencia de Espronceda.

Los precursores. El romanticismo alemán y el “efecto Werther”

El Romanticismo se originó en Alemania e Inglaterra y se extendió después al resto de los países. En 1744, se publica la novela Las desventuras del joven Wether. Su autor, Johann Wolfgang von Goethe (1749-832), en 1772, había quedado prendado de la prometida de una amigo suyo. La frustración le llevó a escribir una trágica historia con un estilo, un ambiente y un desenlace novedoso, que cautivaron al gusto europeo. Napoleón confesó haber leído la novela varias veces. Además constituyó un escándalo para la Iglesia que acusó a Goethe de justificar el suicidio.

La novela relata los desgraciados amores de Werther, un sensible escritor enamorado de Charlotte (Lotte), la prometida de su mejor amigo, Albert, apalabrada por la madre de ella. Goethe recurre a la técnica epistolar: Werther envía cartas a su amigo Guillermo, quien concluye la narración. Albert y Lotte se casan, pero el joven Werther, apesadumbrado, los visita cada vez más.  Werther defiende la pasión y el impulso vital:

—El hombre que se deja arrastrar por sus pasiones— replicó Albert— pierde totalmente el uso de la razón y debe ser considerado como un borracho, como un loco.
—¡Ay de vosotros, hombres razonables!— exclamé sonriendo—. ¡Pasión!, ¡embriaguez!, ¡demencia! Estáis ahí tan tranquilos, tan impasibles. Vosotros, los virtuosos, criticáis al borracho, despreciáis al insensato, pasáis de largo y dais gracias a Dios como los fariseos, porque no os ha hecho como a uno de estos. Yo me emborracharé más de una vez, mis pasiones rayaron en la locura y ninguna de ambas cosas me pesa, pues he aprendido a comprender en su medida que todos los hombres extraordinarios que han realizado cosas grandiosas, algo que parecía imposible, han sido tachados de locos y de borrachos.

La razón ya no es el motivo imperante para el protagonista. En su última visita, Werther y Lotte se besan, pero, en el arrebato, ella le pide al joven que no regrese más. Werther no puede sufrir el rechazo cuando el amor los une y decide que la muerte es la solución. Incapaz de hacerle daño a otro ser, el joven embriagado de pasión no ve más salida que el suicidio. Werther se quita la vida, jovencísimo, de un pistoletazo en el momento de sonar las campanas de medianoche.

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El suicidio del protagonista de la novela provocó una oleada de suicidios en Europa: más de 40 jóvenes se quitaron la vida imitando al joven enamorado.  Este extraño y macabro fenómeno propició la prohibición del libro en países como Italia y Dinamarca.

En 1974 el sociólogo americano David Phillips denominó “efecto Werther” al efecto imitativo de la conducta suicida.

Los románticos ingleses: satánicos y lakistas

En Inglaterra destacaron los llamados poetas satánicos, Byron y Shelley. Os incluyo el trailer de la película de Gonzalo Suárez Remando al viento, donde se narra parte de la vida de Percy B. Shelley, Mary Shelley y Lord Byron. Al principio del trailer, Byron se encuentra en una barca en el lago Léman en Ginebra, su comportamiento y su actitud son puramente románticos. Disfrutadlo.

LA LITERATURA ROMÁNTICA EN ESPAÑA.

La España de la primera mitad del siglo XIX

El siglo XIX se abre en España con la invasión napoleónica y la guerra de la Independencia, que culmina en 1814 con la derrota del ejército francés. Durante este periodo las Cortes de Cádiz redactaron la primera Constitución española (1812).

Finalizada la guerra, se inicia, en 1814, el reinado de Fernando VII, quien, salvo durante el llamado “Trienio liberal” impuesto por el levantamiento del general Riego (1820-3), gobernará como monarca absoluto sin ningún tipo de concesiones, hasta su muerte, por lo que muchos liberales hubieron de exiliarse.

Se trata de una época oscura que se prolonga hasta 1834, año de la muerte del rey. Isabel II sucede en el trono a su padre, pero no de forma pacífica, ya que su derecho es disputado por su tío el infante don Carlos, a quien apoyan los tradicionalistas. La reina encontró apoyo en los liberales moderados, lo que posibilitó la vuelta de los exiliados políticos. Tras un enfrentamiento bélico (primera guerra carlista), Isabel II consigue afianzarse en el trono.

A continuación enlazamos cinco minutos que resumen las características históricas del periodo:

MATERIALES DE CURSO

¿Qué vamos a estudiar?

  1. El Romanticismo: definición y contexto
  2. Principales características del movimiento romántico
  3. El Romanticismo en Literatura. Temas, lenguaje y motivos
  4. Los precursores del romanticismo en Europa: Alemania, Inglaterra, Francia
  5. El Romanticismo español: contexto y periodización
  6. Principales géneros, obras y autores:
    1. Lírica
    2. Narrativa
    3. Drama
     7. El Postromanticismo

EMPEZAMOS

Presentación general: definición de Romanticismo y características generales ( presentación).

El Romanticismo en España ( presentación)

Por si alguien se pierde, un pequeño resumen teórico del movimiento:

EL SIGLO XIX: LA LITERATURA DEL ROMANTICISMO

 

¿PROFUNDIZAMOS?

Para profundizar en los rasgos pulsa el enlace que te ofrecemos a continuación

Si os interesa la parte más oscura del romanticismo aquí van los siguientes enlaces:

CASTILLOS Y SOMBRAS: LOS MONSTRUOS DEL ROMANTICISMO

EL FENÓMENO GÓTICO: LOS NUEVOS ROMÁNTICOS

Un par de cortos relacionados con el tema:

El corazón delator (1953)

Vincent (Tim Burton)

¿REFORZAMOS LO APRENDIDO?

Para el examen os proponemos un repaso rápido a partir de estos juegos de preguntas y respuestas sobre el Romanticismo español.

Está claro que para estudiar con profundidad cualquier materia no basta con este juego u otros similares (como los de Testeando), sino que debemos repasar con antelación los contenidos explicados (mediante resúmenes o esquemas) y las actividades realizadas etc. Recuerda que las
consultas al libro y al cuaderno de clase son fundamentales durante el
estudio.

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